Orabela
Orabela
por Erica Baum
![]() |
Había una vez una bellísima india, de piel oscura, flequillo y cabello
largo, a quien todos llamaban “Orabela”, que sufría porque su indio, de piel
roja, Ahuit, echaba humo en otra tribu.
Orabela tenía un don
extraordinario, pero era tan buena que no usaba su poder para no brillar entre
las demás, para que no la envidien.
Su abuela, Apala, le había
regalado un colgante con un jade para protegerse de los malos espíritus.
Orabela tenía un secreto que no
podía ocultar: su sonrisa.
Todas las noches y todas las
mañanas penaba por su amor de piel roja y pensaba, e ignoraba lo mal que le
hacía pensar, en su ingrato destino de soledad.
Como era tan bondadosa, en lugar
de embrujar a las otras, sus rivales, decidió cortar su cabello en un rito
astral y, con un suspiro angustiante, exclamó: “si él no me ama, nadie lo hará”.
Pero seguía siendo bonita, aunque
su extrema sensibilidad superaba su hermosura y resultaba una india rara para
los ojos de los demás.
Descalza, desnuda, dorada por el
sol, se echó a llorar bajo un puente y se durmió con tanta mala suerte que soñó
con él, que tenía los ojos achinados de tanto fumar y la nariz roja de tanto
andar.
Orabela abrió sus ojazos negros,
observó el sol y se dio por vencida: él, ¿ya no me querrá?
Y, de tristeza y desamor, enfermó. Adelgazó. Murió.
El día que su espíritu
desencarnó, Ahuit, el caballero andante, en medio de un combate se quebró.
Fisurado y, sin acampe, sobre la orilla de un río se tiró a esperar a su india
que al cielo lo elevó. Fueron felices y resolvieron el misterio del amor, que
no tiene muros ni puertas y habita el silencio mayor.
Fin
http://i-love-art.tumblr.com/post/3100593979/perpetually-human-artpixieheaddress-by
qué bueno!
ResponderBorrarGracias Roberto!
Borrar