Coliflor

por Erica Baum

            Javier esperó ansioso que finalmente Luciana lo invitara a su casa a cenar.

-¡Lista, la comida! –Dijo ella, y agregó- Vamos, entrá que se enfría…

Javier miró desde el balcón del décimo cuarto piso las motos que picaban a toda velocidad por la Avenida y acariciando la cortina de voile, entró en el living.

-Cuidado que está caliente –le advirtió.

Acercó la silla a la mesa y apoyó con suavidad una servilleta sobre su muslo derecho mientras con su pie izquierdo intentaba meterse entre las piernas de Luciana. Observó el plato. Humeaba y largaba un olor nauseabundo que le cerró el estómago al instante. Intragable, creo que voy a vomitar… Le dedicó una sonrisa falsa a Luciana y comenzó a cortar. Era un budín de coliflor con tofu. Luciana había tenido el detalle de cortarle dos porciones y echarle por encima una salsa marrón de porotos. Javier sintió languidez antes de abrir la boca. Hizo un esfuerzo e introdujo una porción de aquella cosa flácida en su boca. Miró a Luciana, cerró la boca y nuevamente sonrió. Pero sentía que su piel se ponía pálida y sus cachetes se inflaban contra sus ojos. Hubiera querido escupir el bocado. Pero su presencia, de mujer buena, esmerada y vegana lo frenó. Sintió su boca llena de agua y la mandíbula se le endureció. Mordisqueó entre sus dientes un trocito de flor y contra su paladar hizo una bola que aplastó con fuerza con intención de extraerle todo el jugo para poder tragarla sin sentir el sabor.

-¿Qué te parece, Javi? –le dijo ella, esperando su aprobación.

Javier tragó. Tomó agua, aclaró su garganta y luego de carraspear, se levantó, se paró detrás de ella y, acariciándole el cabello, le dijo:

-es algo exótica y sabrosa…. No quiero que te vuelvas a molestar, la próxima cocino yo.

LP15/03/15
Imagen de la colección "antihéroes" de Susana Blasco

http://susanablasco.com/portfolio/antiheroes/